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Cantante de Bariloche

Sorpresivo adiós a Alejandro Meerapfel, barítono barilochense que llegó a la cima mundial del canto lírico

El barítono de Bariloche Alejandro Meerapfel murió este viernes en Francia mientras cantaba en un festival barroco televisado en directo.
sábado 23 de septiembre de 2023
El barítono barilochense Alejandro Meerapfel murió en pleno concierto en Francia televisado en directo.
El barítono barilochense Alejandro Meerapfel murió en pleno concierto en Francia televisado en directo.
El barítono barilochense Alejandro Meerapfel murió en pleno concierto en Francia televisado en directo.

Estupor. Dolor, tristeza infinita. Nadie en Bariloche puede creer que haya muerto Alejandro Meerapfel. El inédito desenlace es una muestra de la inesperada despedida: un infarto lo derribó cuando cantaba en la segunda entrada en la Cappella Mediterranea, con el coro de cámara de Namur, en Ambronay, un pequeño pueblo al este de Francia, próximo a Suiza. Tan lejos.

Tenía apenas 54 años y transitaba consolidado en la cumbre de su carrera musical, con conciertos en teatros, óperas, iglesias y salas de toda Europa. Y por supuesto de Argentina y Bariloche. Hasta ahí llegó luego de despegar en Bariloche el Coro de Niños y Jóvenes Cantores de Bariloche de la legendaria Lujka Jerman.

Luego fue a Buenos Aires a estudiar canto y música, e inició su carrera en el el Coro Polifónico de Buenos Aires.

Entre una de las numerosas actuaciones, hace justo 20 años cantó como protagonista principal en el Centro de Experimentación del Teatro Colón en una obra de otros dos barilochenses: el compositor Mario Lorenzo y el musicólogo y escritor Esteban Buch. Fue en la ópera documental de cámara “Richter”, en la que hizo del protagonista Ronald Richter, allí representado como un delirante científico austríaco argentinizado que embarcó al ex presidente Juan Perón en el frustrado proyecto atómico de la isla Huemul. 

Ale amaba Bariloche y cada año regresaba para compartir todo con sus afectos. Su mamá Evelyn Grunthal, fallecida pocos años atrás (su papá Francisco había muerto cuando él tenía apenas 9 años), su hermana Noelia García Villamil y sus sobrinos Clara y Manu, y un montón de amigos.

También volvía siempre a sus lugares predilectos. Fueron antológicos sus conciertos en el Club de Regatas Bariloche, a total beneficio de la entidad, y resultaba conmovedor cuando cantaba con su familia completa: su esposa Eliana Damato y sus dos hijos Matías y Milo.

 

Conmoción

 

Como sucedió en vida, la noticia de su fallecimiento repercutió en diarios, radios y canales de todo el mundo.

El diario Huffpost hizo una crónica en base a un despacho de la agencia de noticias francesa AFP, consignando que el último concierto formaba parte de un festival barroco transmitido en directo por France Télévisions.

La organización del festival expresó: “Nos entristece anunciar que el barítono Alejandro Meerapfel falleció anoche de un infarto en el escenario durante un concierto en el marco del 44° Festival Ambronay. Reconocido barítono, Alejandro fue compañero de mucho tiempo del director de orquesta argentino Leonardo García Alarcón y de la soprano Mariana Flores”.

La Cappella Mediterranea también expresó su conmoción: “Ayer vivimos lo impensable, lo insoportable. Nuestro amigo Alejandro Meerapfel, presente desde la fundación de Cappella Mediterranea, falleció anoche en el escenario cuando acababa de cantar magníficamente las primeras arias de su papel de “Dios Padre” en “El don de la vida eterna” de Antonio Draghi, en el en medio de todos nosotros, en nuestra cuna más querida: la Abadía de Ambronay»

El director e histórico amigo personal de Ale, Leonardo García Alarcón, recordó en Facebook que lo conoció cuando tenía 16 años y lo escuchó cantar “en la Patagonia” (en Bariloche, en el Coro de Niños y Jóvenes Cantores), en la “voz de bajo de una misa barroca latinoamericana llamada ‘Misa Encarnación’”.

“Cuando escuché esta voz, me volví y le pregunté su nombre. A los 17 años cuando dirigí mi primer concierto en mi ciudad natal, La Plata, por supuesto lo invité. Interpretamos la cantata 131 “Aus der Tiefe” de Bach. Dejó una huella tan grande que la gente todavía lo recuerda”, agregó.

Siguió relatando: “cuando llegué a Europa quería que esta amistad y este músico pudieran venir conmigo también. En el festival de Ambronay, en 2009, dirigí “Judas Maccabæus” de Handel donde cantó Alejandro. Posteriormente, en 2011, grabamos “Nabucco” de Falvetti, pero también las Cantatas de Bach (en particular la 201), donde interpretó el papel de Pan. En “El Prometeo” de Draghi en la Ópera de Dijon interpretó a Júpiter, sin olvidar nuestra última grabación de “La Finta Pazza” de Sacrati y una infinidad de otros conciertos de música sacra”.

“Anoche (por el viernes 22) estuvo cantando el papel de "Dio Padre" en el oratorio de Draghi "El don de la vida eterna" en Ambronay, nuestra casa. Me dijo el mismo día que no podía agradecer lo suficiente a la vida por poder cantar una música tan hermosa. Esto es lo que recordaré de él. Su sonrisa y sus palabras antes del concierto de anoche. Alejandro era un ángel en la tierra, un ángel amado por todos, no sólo por su bondad ilimitada, sino por una forma de ternura que abrazaba a cada persona que se cruzaba en su camino.

 

Estuvo espléndido

 

Consignó las últimas palabras poco antes en un ensayo: “Leo, no me corrigiste nada…” “Le contesté: “Pero es que me encanta lo que haces, estuvo espléndido”. Y solo agregué “Ve y busca con tu mente las piedras de este lugar”.

“Desde hoy honraremos a Alejandro, como hombre, porque fue un ejemplo para todos nosotros, y como músico con una voz inolvidable por la nobleza de su tono y la profundidad del artista. La tristeza es inmensa. Y no hay palabras que puedan expresar lo que sentimos anoche cuando partió hacia otro mundo. Nos acompañarás por siempre. Te amo, amigo mío, por siempre”, expresó.

 

 

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