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Puente Viejo, una huerta familiar en Pichileufu que se convirtió en un premiado emprendimiento

viernes 13 de noviembre de 2020
Puente Viejo, una huerta familiar en Pichileufu que se convirtió en un premiado emprendimiento
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Hace unos años, María y su marido Luis Fernández comenzaron una huerta familiar en su casa ubicada en el paraje Pichileufu. Lo primero que sembraron fue orégano y la cosecha fue tan exitosa que le obsequiaron a amigos y familiares, sin saber quizás, que iba a ser el inicio de un emprendimiento que esta semana se coronó como uno de los ganadores de Emprendedores de Río Negro, un programa impulsado por el Banco Patagonia y la fundación Nobleza Obliga.

“Todos nos decían que era una cosecha muy buena, el sabor y el perfume del orégano gustaban mucho”, indicó María en diálogo con Económicas Bariloche. Quizás por eso fue que decidieron comenzar a comercializar las aromáticas que sembraban y cosechaban en su domicilio.

El lugar elegido fue el Mercado de la Estepa en 2016. De a poco, el emprendimiento que tomó el nombre de Puente Viejo, se fue ampliando, pero la premisa siempre fue la misma: “Le buscamos la vuelta de rosa para que tuviera que ver con la zona, que se relacionara con nuestro lugar”, contó María.

La familia, compuesta además por dos hijos que también colaboran con el emprendimiento, siguió investigando y capacitándose. “Yo descubrí el mundo del té y las infusiones y empezamos a armar nuestros blends, pero la gente acá es más de tomar mate”, relató y así fue que “decidimos empezar a hacer ‘yuyitos’ para el mate”, agregó.

“Mi suegra siempre tenía en la cocina una pava con yuyos y te daba si te dolía la panza o tenías algún malestar, así que con lo que nos contaban las abuelas y mi mamá, empezamos a ahondar en eso”, detalló María.

La huerta se fue ampliando y cada vez incorporaron más aromáticas: albahaca, tomillo, estragón, romero… “Cada vez le agregamos más cosas y todos participamos, acá el que no siembra riega, y el que no riega, limpia y así”, sostuvo la mujer en relación a la participación de toda la familia en Puente Viejo.

“Nuestra idea era hacer algo que ayudara a la gente, que pudieran ver que se podía sembrar y tener su huerta”, manifestó María. Junto a su marido, son docentes y hace un tiempo les tocó participar del Censo Rural, donde notaron que cada vez son menos los jóvenes en los parajes rionegrinos, debido a la falta de proyectos y salidas laborales. Por eso, pensaron en tomar la iniciativa y mostrar que es posible.

Este año, Puente Viejo participó del certamen organizado por el Banco Patagonia y la Fundación Nobleza Obliga. “Nos enteramos de casualidad por un familiar que vive en Beltrán y lo vio en internet”, contó.

Es que la familia vive en una zona sin teléfono ni mayor conectividad. Hasta ese momento, no tenían internet en su casa y la comunicación era casi una misión imposible. Se inscribieron en el programa y cada vez que tenían que realizar cursos o participaciones de modo virtual, tenían que trasladarse a otro lugar, lo que se hizo doblemente dificultoso en el contexto de pandemia.

“La verdad es que no pensábamos que podíamos ganar. Nos anotamos porque los cursos eran re interesantes, pero eran más de 1300 emprendimientos y uno era más lindo que el otro”, remarcó María con verdadera humildad.

Sin embargo, el sello distintivo de Puente Viejo llamó la atención. Un emprendimiento que surgía de una familia en un pequeño pueblo, que si bien es parte de Bariloche, no cuenta con señal de telefonía móvil y conectar internet fue, además de una inversión importante, un trámite complicado.

“Nuestra intención es demostrar que se puede, que con poco se hace algo. Prácticamente todo lo que usamos es reciclado, salvo el nylon de los invernaderos que tuvimos que pagar en cuotas”, indicó. En esta línea también diseñan sus empaquetados: frascos de vidrio, sobres de papel madera, todo lo que tenga menor impacto en el medio ambiente.

“Casi sin querer, llegamos a la final. Le pusimos toda la garra, pero veíamos que habían propuestas tan lindas…” repitió María y agregó que “fue una experiencia hermosa, la calidad de la gente, todos los emprendedores apoyándose, dando una mano y la gente de Nobleza Obliga siempre bancando”.

Finalmente, Puente Viejo llegó a la final y fue uno de los 3 ganadores de la edición 2020 del programa. Con el dinero obtenido, planean mejorar la parte de la fábrica para poder, a futuro, ampliar la comercialización.

“Sería buenísimo que haya más créditos y apoyo financiero para los emprendedores. Hay tantas cosas hermosas de gente que se esfuerza para salir adelante, que vale la pena conocerlos”, finalizó María. (Económicas Bariloche)

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