Café Azul, un negocio familiar con las opciones más ricas para disfrutar

La esquina de Rolando y Moreno se renovó y ahora hay una nueva propuesta para disfrutar de un rico café con las mejores tortas y productos caseros.

Café Azul abrió hace poco más de un mes, pero nació mucho antes, quizás cuando Susana soñaba con su propio espacio donde poder ofrecer algo rico, con buena atención y precios accesibles. Esta familia, oriunda del pueblo bonaerense por el cual lleva el nombre la cafetería, llegó a Bariloche hace 13 años y aquí encontraron el lugar donde concretar el anhelo del trabajo independiente.

Susana cuenta que comenzaron trabajando para otro comercio, también del rubro de la panadería, y allí estuvieron cinco años. “Luego arrancamos con nuestra propia elaboración y muy de abajo, empezamos a venderle a despensas y comercios”, recuerda en diálogo con Económicas Bariloche.

Actualmente la panadería cuenta con tres sucursales, una ubicada sobre 20 de Febrero, que fue el primer local que abrieron, otra sobre Palacios y una tercera en el kilómetro 13. Finalmente, el 14 de noviembre abrieron las puertas del café, en una de las esquinas más transitadas de la ciudad.

El movimiento en la cafetería arranca muy temprano. A las 7,30 ya hay café y olor a cosas ricas para disfrutar. “Cerramos tipo 21,30, aunque no tenemos horario definitivo porque nos quedamos si hay que trabajar más sin problemas”, indica la mujer.

Trabajan 5 personas en el café, todos miembros de la familia. “Es una ventaja porque todos apuntamos a lo mismo. Cansa, porque abrimos de lunes a lunes, pero es nuestro sueño y tenemos toda la energía para que funcione”, dice con vehemencia la mujer con su delantal puesto.

El lugar es acogedor. Originales manteles de arpillera con cintas azules decoran las mesas y las paredes contrastan entre el blanco y el azul, fiel al nombre del comercio. “Nos ayudó el chico que nos hace la cartelería y conseguimos hacer algo bueno, bonito y barato”, explica.

Los precios varían dependiendo la elección, pero una porción de torta no supera los 65 pesos y un café grande cuesta 55. Además, las opciones saladas como tostados o sándwiches de pan árabe van de los  60 a 120 pesos.

El movimiento de gente es constante, pero se intensifica durante la mañana y alrededor de las 18. “Estamos rodeados de hoteles, vienen muchos turistas y también gente de acá”, sostiene Susana y añade que “muchos vuelven, y eso es señal de que estamos haciendo las cosas bien”. (Económicas Bariloche)