Ámbar, una nueva esquina para disfrutar del café

A punto de cumplir dos meses ofreciendo un nuevo servicio para los barilochenses, la nueva cafetería ubicada en Onelli y Gallardo apuesta a ofrecer un servicio de calidad para residentes y visitantes.

Ámbar Café abrió sus puertas el 24 de octubre, luego de 35 días de intenso trabajo entre la familia Villarroel que decidió apostar a un emprendimiento propio ligado a la gastronomía local.

Karina, una de las caras visibles de este nuevo comercio que supo ser una zapatería durante 15 años en una emblemática esquina de la ciudad, trabajó durante casi una década en el rubro gastronómico y ahora, “tenía ganas hace tiempo de tener algo propio”, indicó a Económicas Bariloche.

El anhelo no se quedó en un mero sueño, sino que Karina incluso viajó a otras ciudades en busca del lugar indicado para comenzar su proyecto. “Volví de Santiago sin haber encontrado la esquina que quería y esa noche le dije a mi hija: 'tenemos que encontrar nuestro lugar'”, recordó.

Una vez puestas las manos a la obra, el lugar apareció: la esquina de Onelli y Gallardo sería el lugar. El nombre ya estaba decidido. Ámbar se llama la pequeña hija de Karina y así se llamaría su primer comercio propio. Comenzaron a trabajar para lograr tenerlo listo lo antes posible y finalmente lo lograron.

En el lugar se puede disfrutar desde el café matinal a partir de las 7,30 hasta una picada con una cerveza a última hora de la noche. Tienen una completa carta de dulces, con masas, tortas y tartas y además, sándwiches de todo tipo, picadas y a diario renuevan el plato del día, cuyo valor varía entre 140 y 170 pesos e incluye una bebida.

Los padres de Karina, pilares fundamentales en el negocio, también brindan su aporte para sacar adelante el emprendimiento. “Mi papá renunció a su trabajo y está a full, mi mamá es docente y los fines de semana viene a trabajar”, contó la joven.

En el lugar, luminoso y cálidamente decorado, se ubicaron numerosas mesas para los clientes y además cuentan con un espacio de co-working que se alquila por hora. En el recinto dedicado a reuniones o espacios de trabajo, hay una notebook, un televisor y una cámara de fotos, para quienes necesitan las herramientas de trabajo.

“Queremos hacer énfasis en el buen servicio y los productos de calidad”, aseguró la comerciante y agregó que “muchas veces en la ciudad se dan atenciones distintas según seas turista o local, pero nosotros queremos brindar cordialidad y buena atención a todos por igual”.

La familia apunta también a un espacio cultural y se pueden ver constantemente cuadros o fotografías de artistas locales. “Queremos darles un espacio para que muestren lo que hacen y con el tiempo quizás se pueda expandir a otros rubros artísticos”, manifestó.

La gente no deja de transitar por la vereda, y aunque ya están a punto de cumplir su segundo mes ofreciendo servicios gastronómicos, no deja de haber quien se sorprende por el nuevo café. Las puertas abiertas invitan a pasar y disfrutar así, alguna de las especialidades de la casa. (Económicas Bariloche)